«Decidí darle todos mis ahorros a mi hija, pero su marido rechazó cualquier ayuda»
El orgullo puede ser una emoción compleja, a menudo considerada uno de los pecados capitales por buenas razones. Puede ser particularmente frustrante cuando se trata de personas acostumbradas a rechazar la ayuda, viéndola como una amenaza a su independencia o su orgullo.