Mi marido descubrió mi perfil en una página de citas. Ahora me está echando. ¿Por qué? ¡Si solo estábamos charlando!

Me llamo Susana, tengo 26 años y estoy enamorada de mi marido, David. Llevamos juntos tres años y nuestro pequeño tesoro, Jaime, acaba de cumplir 1,5 años. Nuestra vida, aunque no era perfecta, estaba llena de amor, risas y las ocasionales discusiones que vienen con el matrimonio. Pero nunca imaginé que una simple curiosidad llevaría al desmoronamiento de mi familia.

Durante semanas estuve charlando con personas de diferentes entornos. Fue refrescante hablar sobre temas no relacionados con pañales o tareas domésticas. Me cuidé de no cruzar la línea, siempre recordando el amor que sentía por David. Pero una noche, todo cambió.

David estaba usando mi portátil para trabajar cuando apareció una notificación de correo electrónico. Curioso, hizo clic en ella, solo para descubrir un mensaje de la página de citas. Su rostro se puso pálido al leer mis mensajes. Intenté explicarle que solo era charlar, que lo amaba a él y a Jaime más que a nada, pero en sus ojos vi una expresión de traición que nunca olvidaré.

La discusión que siguió fue la peor que hemos tenido. David no podía entender por qué estaría en una página de citas si estaba feliz con él. Lo vio como una violación de la confianza, un presagio de infidelidad. Por más que intenté convencerlo de mi inocencia, su decisión fue firme. Se sintió traicionado y en sus ojos ya no era la mujer con la que se casó.

Ahora estoy empacando mis cosas, viendo cómo mi pequeño mundo se desmorona a mi alrededor. David me ha pedido que me vaya, para tener espacio para pensar. Me estoy mudando con Estefanía, mi hermana, quien ha sido un apoyo para mí, pero que no entiende completamente por qué lo hice. Mientras miro a Jaime y las lágrimas corren por mi rostro, no puedo evitar preguntarme si mi deseo de un poco de emoción valía la pena perder a mi familia.

Nunca imaginé que simples conversaciones podrían llevar a tal devastación. Todavía amo a David y espero que con el tiempo pueda superar este error. Pero al dejar el hogar que construimos juntos, no puedo evitar sentir que este es el fin de nuestra historia. Una historia que comenzó con amor, pero terminó con un simple clic en el portátil.