El día que la paciencia de Macarena llegó a su límite
Macarena podría haber sido la mujer más feliz del mundo si no fuera por un significativo «pero» en forma de su suegra, Micaela. Con Julián, encontró el verdadero amor. Su marido la adoraba y, afortunadamente, conociendo a su madre demasiado bien, siempre tomaba su parte. Pero cuando un desafortunado incidente que involucraba una olla de sopa ocurrió, la paciencia de Macarena finalmente alcanzó su punto de ebullición.