La Indiscutible Ofrenda: «Mi nieta dejó en mis brazos a su bebé llorando»
Mi nieta, Ángela, se convirtió en madre demasiado pronto, a los 17 años, justo antes de terminar su penúltimo año de bachillerato. De repente, me encontré criando a su hijo, Mateo, en la tranquilidad de mi jubilación.