«Mis Hijos Quieren Meterme en una Residencia: Aún No He Vivido Mi Vida al Máximo»
Tenemos dos hijos, un hijo y una hija, pero ambos son adultos con sus propias familias. Nos vemos raramente, solo durante las vacaciones. Recientemente, decidí que
Tenemos dos hijos, un hijo y una hija, pero ambos son adultos con sus propias familias. Nos vemos raramente, solo durante las vacaciones. Recientemente, decidí que
A veces, solo con un compañero de viaje al azar puedes hablar de todo lo que no puedes contarle a nadie más. Desahogas tu alma, hablando de lo que llevas dentro.
Mi marido y yo discutimos constantemente sobre nuestro yerno. El problema es que el marido de nuestra hija es un vago. Lleva un año trabajando a tiempo parcial y no tiene un empleo estable. Resulta que nuestra hija está criando a dos niños y manteniendo a la familia por su cuenta. Actualmente está de baja por maternidad, por lo que no puede trabajar a tiempo completo. He decidido que solo la ayudaré si lo deja.
Descubre cómo Basia afrontó la impactante traición de su hermana y su esposo a través de la fe y la oración.
Llegan tan pronto como el clima se calienta y se van a la ciudad con los primeros fríos. Dedican todo su tiempo a mantener el jardín, lo cual requiere mucho esfuerzo.
Mi marido y yo tenemos un hijo pequeño y llevamos casados 6 años. Durante este tiempo, hemos enfrentado numerosos desafíos: problemas financieros, problemas de confianza en nuestro matrimonio, desempleo y crisis de salud mental. Pero logramos superarlo todo juntos y éramos felices hasta hace poco. Mi marido, Alejandro, es hijo único y su padre, Rogelio, vive fuera de la ciudad. Vivimos en el piso de Alejandro. Sin embargo
Quizás hubiera sido mejor si no hubiera habido tal afluencia de propiedades, ya que cada hogar me recordaba a mis padres, hermano y abuela recientemente fallecidos. Mis padres estaban divorciados.
«¡No puedo ni estar cerca de ellos! No me escuchan, la casa es un desastre y sus juguetes están esparcidos por todas partes. Les dije que no se acercaran a las ventanas, pero…»
Navegando desafíos familiares con la ayuda de Dios y la oración.
Toda mi familia empezó a presionarme para vender. Incluso encontraron razones. Decían que era inhabitable, demasiado lejos de la ciudad y que no valía la pena el esfuerzo.
Nathan trabaja incansablemente, mientras su esposa, Victoria, se queda en casa. No la culpo, pero parece que Victoria se está aprovechando de él. Este regalo mostró la verdadera naturaleza de todos.
Es innegable que es su responsabilidad directa. Pero a medida que pasan los años, las personas se vuelven cada vez más independientes. Y en algún momento, tienen que arreglárselas por sí mismas.