Encontrando Fuerza en la Fe: Cómo Superé un Divorcio Difícil

Hola, soy Rosa, y quiero compartir mi historia sobre cómo superé uno de los momentos más difíciles de mi vida con la ayuda de Dios y la oración. Si estás pasando por algo similar, espero que mi experiencia pueda ofrecerte algo de consuelo y orientación.

Así que, aquí va. Mi marido, Álvaro, y yo decidimos divorciarnos. No fue una decisión fácil, pero era necesaria. Las cosas habían estado mal durante un tiempo, y ambos sabíamos que era momento de separarnos. El verdadero golpe vino cuando Álvaro dijo que iba a llevarse a los niños. Estaba devastada. La idea de no tener a Lucía y Pedro conmigo todos los días era insoportable.

Al principio, me sentí completamente perdida. No sabía cómo afrontar la idea de perder a mis hijos. Pero entonces, recordé algo que mi abuela solía decir: «Cuando la vida se pone difícil, acude a Dios.» Así que eso fue exactamente lo que hice.

Empecé a rezar todos los días, pidiendo a Dios fuerza y guía. Le abrí mi corazón, contándole mis miedos y preocupaciones. ¿Y sabes qué? Funcionó. Poco a poco, comencé a sentir una sensación de paz. No fue inmediato, pero estaba ahí, creciendo más fuerte con cada oración.

Una noche, después de un día particularmente emocional, tuve un momento de claridad durante mi oración. Me di cuenta de que necesitaba luchar por mis hijos, no solo por ellos sino también por mí. Sentí un renovado sentido de determinación y coraje que no había sentido en mucho tiempo.

Contacté a un abogado y comencé a prepararme para la batalla por la custodia. A lo largo del proceso, continué rezando y apoyándome en mi fe. Hubo días en los que sentía ganas de rendirme, pero cada vez que rezaba, sentía la presencia de Dios asegurándome que todo estaría bien.

Al final, el tribunal me concedió la custodia principal de Lucía y Pedro. Fue un camino largo y difícil, pero realmente creo que mi fe y mis oraciones marcaron la diferencia. Me dieron la fuerza para seguir adelante cuando las cosas parecían imposibles.

Mirando hacia atrás, estoy agradecida por la experiencia porque me acercó más a Dios y me mostró cuán poderosa puede ser la oración. Si estás pasando por algo similar, te animo a acudir a Dios y confiar en Su plan. Puede que no sea fácil, pero con fe y oración, puedes encontrar la fuerza para superar cualquier obstáculo.