Invitados No Deseados: La Gota Que Colmó el Vaso
Siempre me he enorgullecido de ser un anfitrión acogedor, pero hay un límite para mi paciencia, especialmente cuando se trata de visitantes exigentes. Ya sean vecinos, amigos o familiares, sus llegadas sin aviso se han convertido en una fuente de frustración. ¿Cómo debería actuar con ellos? ¿Debería siempre recibirlos con una sonrisa y añadir un lugar más en la mesa? Mi paciencia finalmente se agotó, y he ideado un plan.