Mi marido descubrió mi perfil en una página de citas. Ahora me está echando. ¿Por qué? ¡Si solo estábamos charlando!
Todo comenzó cuando mi amiga, Patricia, me contaba sobre sus experiencias en una página de citas. Lo describía como una forma divertida de conocer gente nueva y tener conversaciones interesantes. Me picó la curiosidad. Nunca tuve la intención de encontrar a alguien más; amaba a David con todo mi corazón. Pero la monotonía de la vida diaria y el constante equilibrio entre ser madre y esposa despertaron en mí el deseo de escapar, de un poco de emoción. Así que creé un perfil en la página de citas, intentando que fuera vago y no revelara mi verdadera identidad. Pensé que era una diversión inofensiva, o eso creía.