«Años de Trabajo Duro en el Extranjero: Compré Casas para Mis Tres Hijos, Pero No Me Dejan Quedarme»
Pasé la mayor parte de mi vida trabajando en el extranjero. Ganaba un buen sueldo, aunque extrañaba mucho a mis hijos y a mi familia. Siempre me recordaba a mí misma que lo hacía únicamente por ellos, para asegurarme de que tuvieran una buena vida. Nadie más se encargaría de ello excepto yo. En los últimos años, se volvió cada vez más difícil trabajar: ya no era joven y el trabajo era agotador.