Las lágrimas de mi madre revelaron un secreto largamente oculto que sacudió nuestro mundo
Mi hermana y yo, ambas en nuestros cuarenta, con familias y hogares propios, pensábamos que lo sabíamos todo sobre nuestra familia. Nuestros padres seguían vivos y bien, y los fines de semana en su casa eran una tradición muy querida. Pero un sábado, una llamada de mi madre lo cambió todo, desvelando un secreto que había estado enterrado durante años.