Sierra creía haber encontrado la felicidad junto a Tyler, pero la verdadera alegría estaba en otro lugar
Sierra era solo una niña cuando su madre falleció. Su padre se volvió a casar, dejando a Sierra y a su abuela en su pequeño apartamento en la ciudad, mientras él se mudaba a una casa en el campo con su nueva esposa y sus hijos. Sierra visitaba a menudo a su padre en el entorno rural. Su madrastra, Camelia, era amable y acogedora. Sierra se llevaba bien con sus hermanastros. Sin embargo, cuando Sierra conoció a Tyler, creyó haber encontrado su pedazo de felicidad, pero resultó ser solo un sueño pasajero.