«Mi hijo dejó de responder mis llamadas, así que contacté a su esposa: una decisión que lamento»
Tras numerosas discusiones, finalmente acepté lo que mi hijo, Javier, quería: que dejara de interferir en su vida con su esposa, Marta. Me pidió que no llamara cada dos días ni preguntara por su bienestar. Me di cuenta de que podría haber sido demasiado insistente antes, pero me resulta difícil controlar mis emociones. Sin embargo, esta decisión llevó a una revelación inesperada y dolorosa sobre la naturaleza de su relación.