«Perdóname, Eliana», sollozó, «Dios ya me ha castigado»: La suegra llora al mirar a su nieto
La suegra de Eliana, Cora, era notoriamente difícil. Desde el principio, Cora había mostrado un claro desdén por su nuera, pero su reacción al nacimiento del hijo de Eliana fue sorprendentemente dura, incluso para los amigos más cercanos de Cora. La abuela exigió que Eliana y el bebé abandonaran su casa, acusando a su hijo, José, de ser un hombre demasiado decente para tolerar lo que ella creía que era una traición.