«Hasta el día de hoy, agradezco a mi casi suegra por salvarme de un error»
Éramos un equipo dinámico en la oficina. Mi atención se centró especialmente en Daniel, que trabajaba en el departamento adyacente. Tenía treinta y cinco años en ese momento. Él también se fijó en mí y comenzó a mostrar interés. Sin embargo, el camino que siguió me enseñó una valiosa lección sobre el amor y las decisiones.