Después de 15 años juntos, planeaba irme. Trabajar en el extranjero lo cambió todo, pero no como esperaba
Tras 15 años de matrimonio, yo, Javier, decidí que era hora de separarme de mi esposa, Marta. Nuestro matrimonio, que comenzó cuando yo tenía 23 años y ella 21, nos bendijo con dos maravillosos hijos. Sin embargo, la chispa se había extinguido hace tiempo. Antes de tomar la decisión final, surgió la oportunidad de trabajar en el extranjero durante seis meses. Lo vi como una oportunidad para reflexionar. Mi plan era volver y finalizar el divorcio, un secreto que Marta desconocía. Pero mi tiempo en el extranjero cambió mis planes de una manera que no había anticipado.